Palazzo Farnese
El Palacio Farnesio del siglo XVI, domina la homónima plaza en Roma. Es la actual embajada de Francia.
El proyecto originario del palacio se debe a Antonio de Sangallo el Joven, por encargo del cardenal Alejandro Farnesio (futuro papa Pablo III), que entre el 1495 y el 1512 compró el palacio Ferriz y otros edificios que se encuentran en el área. Los trabajos, iniciados en el 1514, se interrumpieron por el saqueo de Roma en el 1527 y fueron retomados en el 1541, tras el acceso al papado del cardenal Farnesio con modificaciones sobre el proyecto originario a cargo del mismo Sangallo.
Tras la muerte de Sangallo en el 1546, los trabajos prosiguieron bajo la dirección de Miguel Ángel: a él parece deberse la cornisa que delimita superiormente la fachada, el balcón sobre el portal central y el acabado de gran parte del patio interior. La muerte del papa interrumpe nuevamente los trabajos en el año 1549.
Otros trabajos fueron efectuados por Ranuccio Farnese, sobrino del papa, entre el 1565 y su muerte en el 1575, dirigidos por Vignola. Por último, a Giacomo della Porta, llamado por el segundo cardenal Alessandro Farnese, otro sobrino del papa, se debe la parte posterior con la fachada hacia el Tíber, completada en el 1589 y que habría debido ser ligada con un puente nunca realizado con la Villa Chigi (o "Farnesina"), adquirida en el 1580 sobre la orilla opuesta.
El palacio se encuentra en una plaza adornada por fuentes que reutilizaron bañeras de granito provenientes de las termas de Caracalla. La fachada, en ladrillos con aristas en travertino (56 m de lado), se articula en tres pisos. Las 13 ventanas de cada piso presentan diferentes decoraciones y las del piso noble están coronadas de frontones alternativamente curvilíneos y triangulares. Una reciente restauración ha sacado a la luz una decoración obtenida con el uso de ladrillos amarillos y rojos en alguna parte de la fachada.
Al interior se pasa a través de un vestíbulo con bóvedas y tres naves separadas por columnas de orden dórico en granito rojo.
La decoración interna es particularmente refinada. La Cámara del Cardenal ya fue pintada en el 1547 por Daniele da Volterra (fresco superior), mientras la Sala de los Fastos Farnesios fue pintada por Francesco Salviati entre el 1552 y el 1556 y completada por Taddeo Zuccari a partir del 1563. A Aníbal Carracci se deben los frescos del Camerino, realizados en el 1595 y en la Galería (20 m. de longitud y 6 m. de anchura), con estucos y pinturas mitológicas realizada junto a su hermano Agostino, entre 1597 y 1601: en el centro de la bóveda se encuentra El triunfo de Baco y Ariadna. Estos frescos fueron fundamentales en el aprendizaje de Rubens y otros muchísimos artistas.
En la Sala de Hércules se conservaba la estatua del Hércules Farnesio, actualmente en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles junto a numerosas otras esculturas de la colección Farnesio. También se encontraban la estatua de la Piedad y de la Abundancia obra de Giacomo della Porta destinadas inicialmente a la tumba de Pablo III.
A la villa se anexaron las "huertas farnesianas" (con el mismo nombre de la familia sobre el Monte Palatino en Roma), un espléndido ejemplo de jardín manierista, realizado mediante un sistema de aterrazamientos a la espalda de la villa. Fueron diseñados a modo de jardín botánico para el Papa, con un sistema de plantaciones en cuadríacula. El jardín desciende por la colina sobre la que se erige la construcción, y se conecta a la casa a través de puentes. A la entrada tiene dos pabellones, que marcan un mirador hacia la Basílica de Magencio.
Los trabajos del jardín fueron comenzados en 1565 por Giacomo del Duca, utilizando para el aterrazamiento la tierra de excavación de las fundaciones de la Chiesa del Gesú en Roma, y se concluyeron en 1630, bajo la dirección de Girolamo Rainaldi.
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