19. Basilica di San Giovanni dei Fiorentini
La iglesia de San Juan Bautista de los Florentinos (San Giovanni Battista dei Fiorentini), está situada al final de la vía Giulia, entre la vía dell'Oro y el Largo dei Fiorenteni, siendo construida por la numerosa comunidad florentina que vivía en esta zona de Roma, apoyados por el poder de dos grandes papas toscanos de la Casa de los Médici: León X y Clemente VII.
La Comunidad llegó a tener su propio tribunal, sus propias leyes y hasta un Cónsul, con su propio consulado e incluso su propia prisión. La población florentina y la Compañía de la Misericordia obtuvieron del papa León X el permiso para construir su propia iglesia parroquial, que pusieron bajo el título del santo patrono de Florencia, San Juan Bautista.
Entre las propuestas o diseños presentados, entre otros de Miguel Ángel, Rafael y del Peruzzi, el Papa optó por el de Jacopo Sansovino, que comenzó la construcción de la misma a principios del año 1500. Tardó un siglo en ser construída, por lo que fue continuada por Antonio de Sangallo el Joven, por Giacomo Della Porta y por Carlo Maderno, al cual se debe su característica cúpula (1614),de forma alargada, por lo que fue llamada jocosamente por los romanos como “el caramelo chupado”.
La cúpula se encuentra en un alto tambor octogonal sobre la cual hay cuatro ventanas rectangulares con elegantes marcos y varios nichos arqueados. Encima, después de una zona intermedia algo detraída, se levanta la cúpula, dividida en secciones ojivales que terminan en una hermosa linterna barroca acristalada. En el campanario existe una antigua campana con la inscripción inglesa “Mary is my name”, que se cree proviene de la catedral de San Pablo de Londres. La fachada de la iglesia está hecha con travestino siendo construida por el arquitecto florentino Alessandro Galilei en el año 1734, como así lo indica una gran inscripción por encima de la entrada central, CLEMENS XII PONT MAX A S MDCCXXXIV.
La fachada también tiene esculturas y relieves que recuerdan episodios de las vidas de San Juan Bautista y de los grandes santos de Florencia.
INTERIOR
El interior, al que se accede por tres entradas correspondientes a las tres naves interiores, está enmarcado por altas columnas con capiteles corintios y está especialmente enriquecido con frescos, pinturas y mármoles: las capillas están dedicadas sobre todo a los santos florentinos, mientras que en un nicho situado sobre la puerta de la sacristía se conserva una estatuilla de San Juan Bautista, atribuída durante mucho tiempo a Rafael, pero que es obra del siciliano Mino Del Reame. El grupo marmóreo de Antonio Raggi, el “Bautismo de Jesús”, se encuentra en el centro del grandioso altar del Borromini, en la iglesia sepultado como lo asegura una inscripción en el tercer pilar de la parte izquierda de la nave. También está sepultado Carlo
Maderno.
Como es sabido, el Borromini se suicidó en el año 1667, saltando sobre una espada que lo atravesó de lado a lado; sin embargo, no es sorprendente que esté sepultado en un lugar santo ya que el artista estuvo agonizando durante dos días, aceptó los Santos Sacramentos y se arrepintió de lo que había hecho, lamentando dicho gesto originado por una grave enfermedad que lo aquejaba desde hacía algún tiempo. Sin embargo, los trinitarios de la iglesia de S. Carlo alle Quattro Fontane, no habían aceptado sepultarlo en su iglesia por ser un suicida, por lo que la tumba del artista, que se encuentra en la pequeña capilla de la cripta, realmente está vacía.
Esta es una iglesia muy conocida en Roma por ser la única donde los animales son bien acogidos dentro de ella durante la celebración de la Santa Misa.
En esta iglesia se conserva la reliquia de un pie de Santa María Magdalena, reliquia que anteriormente estaba en el Museo de la misma. También conservan los cuerpos de los santos mártires romanos Proto y Jacinto.