5. Gueto y Sinagoga

sinagoga La comunidad judía de Roma se remonta al segundo siglo a.C., época en la que el Imperio Romano tenía diversas alianzas con la Judea liderada por Judas Macabeo. En ese tiempo, muchos judíos llegaron a Roma provenientes de dicha región. Su número se fue incrementando durante los siglos siguientes, debido a los acuerdos generados por el intercambio comercial en el Mar Mediterráneo. Posteriormente, tras la derrota judía en las Guerras Judeo-Romanas (63-135 d.C.), un significativo número de ellos llegó a Roma en calidad de esclavos.

La sinagoga actual fue construida poco tiempo después de la extinción de los Estados Pontificios, precipitada en 1870 tras la captura de Roma por las tropas del Reino de Italia. Tras esto, se otorgó ciudadanía e igualdad de derechos a los judíos residentes, lo que llevó a la demolición del entonces ghetto de la ciudad y a los planes de la comunidad judía local para la construcción de una nueva sinagoga.

Diseñada por Vincenzo Costa y Osvaldo Armanni, la sinagoga se construyó entre 1901 y 1904 en la ribera del río Tíber, mirando hacia el antiguo ghetto de Roma. Su estilo arquitectónico es el eclécticismo, el cual la hace destacar, pese a estar emplazada en una ciudad con numerosos monumentos. Su cúpula de aluminio acuadrada es única en Roma, lo que permite su fácil identificación, incluso desde la distancia.

En la actualidad, la sinagoga sirve no sólo como casa de culto, sino también como centro cultural y organizacional de la Comunità Ebraica di Roma (Comunidad Judía de Roma). A su vez, alberga tanto las oficinas del Rabino Jefe de Roma como el Museo Judío de Roma. Asimismo, se hallan instaladas placas conmemorativas en honor a los judíos romanos que fueron víctimas de la Alemania nazi y del atentado perpetuado por la Organización para la Liberación de Palestina en 1982.

El 13 de abril de 1986, el papa Juan Pablo II hizo una visita a la Gran Sinagoga. Este evento significó la primera visita que un papa hiciera a una sinagoga desde los albores de la Iglesia vatólica, y fue considerado por muchos como un esfuerzo por mejorar el diálogo entre el judaísmo y la Iglesia. El 17 de enero de 2010, Benedicto XVI realizó la segunda visita pontificia a la sinagoga.

 

GUETO

El gueto judío de Roma estaba ubicado en el rione Sant'Angelo de Roma (Italia), en la zona rodeada por la actual Via del Portico d'Ottavia, Lungotevere dei Cenci, Via del Progresso y Via di Santa Maria del Pianto cerca del Tíber y del Teatro de Marcelo. El gueto está unido con la isla del Tíber a través del Ponte Fabricio.

gueto2Gueto con la Casina dei Vallati en primer plano La bula papal Cum nimis absurdum, promulgada por el papa Pablo IV en 1555 segregó a los judíos, quienes habían vivido libremente en Roma desde la Antigüedad, en un barrio amurallado con tres puertas que se cerraban por la noche, y los sometió a varias restricciones en sus libertades personales como límites en las profesiones que se les permitía desempeñar y sermones católicos obligatorios durante el shabat judío, aunque de una manera más suave que en otros países europeos.

Este gueto tenía dos objetivos: proteger a los cristianos de una asociación demasiado íntima con personas de diferente religión, y proteger a los judíos de las muchedumbres que los atacaban. El gueto fue bienvenido por algunos judíos porque protegía a la pequeña comunidad de la sangría que debía seguir de la asimilación a la mayoría y permitía que las especiales costumbres religiosas se cumplieran sin interferencias. Durante tres o cuatro décadas del siglo XIX esto no era un punto negro exclusivo del gobierno papal: en Viena, Praga, Venecia y más al este, en Rusia y Polonia, el trato que se les daba podía ser peor.

En 1798, durante la República Romana, el gueto quedó legalmente abolido, y el árbol de la Libertad se plantó en la plaza delle Scole, pero fue reinstaurado tan pronto como el Papado recuperó el control. En 1848, durante la breve revolución, el gueto fue abolido de nuevo temporalmente. Los judíos tenían que pedir anualmente permiso para vivir allí, y se les incapacitó para ser titulares de cualquier propiedad, incluso en el gueto. Pagaban un impuesto anual por el privilegio; la formalidad y el impuesto sobrevivieron hasta 1850. Tenían que jurar cada año lealtad al Papa junto al Arco de Tito, que conmemora el saqueo de Jerusalén por los romanos.

La exigencia de que los judíos vivieran dentro del gueto se abolió cuando los restos de los Estados Pontificios fue derrotado el 20 de septiembre de 1870. La ciudad de Roma fue capaz de demoler los muros del gueto en 1888 y demolerlo casi completamente, antes de que la zona se reconstruyera alrededor de la nueva sinagoga. El gueto de Roma fue el último gueto en Europa occidental hasta su posterior reintroducción en la Alemania nazi.

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